Guía de estudio familiar (Filipenses 2:12–18)


Resplandeciendo como luminares 

Recursos

Guía de estudio familiar

Cómo usar esta guía

Reúnan a su familia para el estudio familiar. Sean conscientes de las edades de sus hijos y determinen cómo explicarán, ilustrarán y aplicarán el pasaje. Sigan cada encabezado en el estudio. Apliquen el pasaje a sus propias vidas, hablen los unos con los otros, hagan preguntas. Y, lo más importante, ¡disfruten!

Introducción

Pasaje: Filipenses 2:12–18

Dios nos ha llamado a ser luz en medio de la oscuridad pero para resplandecer necesitamos estar dispuestos a ocupar espacios donde la oscuridad predomina. Le debemos ser fiel y guardarnos de la desunión y aferrarnos a la Palabra de Dios cuando vengan los momentos difíciles.

Fieles a Dios (vv. 12–13)

  • Es fácil ser fiel a Dios en público, pero es más difícil serle fiel en lo oculto. Dios nos ha llamado a serle fiel aun cuando nadie nos ve.

  • Hebreos 4:13 enseña que no hay nada que se esconda de la presencia de Dios.

  • El “ocuparte” en tu salvación en el idioma original significa “producir” o “provocar”. Pablo no está diciendo que debemos ganar la salvación. La Biblia nos enseña que nuestra salvación es por gracia por medio de la fe en Jesucristo. Producir o ocuparte significa practicar tu fe. En otras palabras, debemos vivir lo que estamos creyendo. 

  • Puede surgir la pregunta que mientras nos ocupamos de nuestra salvación (orando, practicando la piedad, perseverando en la fe), ¿quién se ocuparía de nosotros?. Pablo nos dice que Dios. 

  • Nosotros nos ocupamos de buscar de Dios, y Él se ocupa de cuidarnos.

Guardando nuestros corazones para mantener la unidad (vv. 14–15)

  • Nosotros no podemos santificarnos solos, sino juntos. Dios usa a las demás personas para nuestro crecimiento.

  • Debemos guardarnos de las murmuraciones y contiendas. La murmuración y la queja te roban el gozo de ocuparte en tu salvación. Te roban la facilidad de crecer juntamente con otros. 

  • No somos llamados a resplandecer en la oscuridad solos sino juntos.

  • La división y la crítica no traen gloria a Dios. Si queremos resplandecer necesitamos unirnos. 

  • Antes de resplandecer necesitamos ordenar nuestra vida para no ser piedra de tropiezo. Lo que nos une no son nuestros gustos o disgustos. Lo que nos une es el Evangelio de Jesús. Jesús mismo es la luz del mundo.

Aferrados a la Palabra de Dios Dios (vv. 16–18)

  • Son los momentos difíciles que demuestran si verdaderamente creemos lo que predicamos. 

  • Debemos aferramos a la Palabra de Dios. Cuando nuestras fuerzas se desgasten. Cuando se disipe todo pensamiento de paz. Aferremonos a la Palabra. 

  • Cuando nuestra familia esté desunida, aferremonos a la Palabra. 

Reflexionar

  • ¿Cómo está usando Dios el sufrimiento en tu vida para glorificar Su nombre?

  • ¿Cómo manejas las cosas que te son valiosas? Debemos ocuparnos en nuestra salvación con reverencia practicando la santidad.

  • ¿Qué puedo hacer para fortalecer mi fe y aferrarme a la Palabra de Dios?

  • ¿Qué debo hacer cuando venga la crítica o murmuración? ¿Por qué a Dios no le agradan estas actitudes?

Aplicar

  • ¿De qué manera puedo reflejar a Jesús con mis compañeros de trabajo y mi familia? 

Para niños

  • Apaga la luz de tu cuarto y luego prendela. De igual manera que no puede estar el cuarto oscuro y luminoso al mismo tiempo, no podemos ser la luz de Jesús y la oscuridad del mundo.

Para jóvenes 

  • Cuando se juega un deporte uno no puede participar en los dos equipos. El decidir ser la luz de Jesús indica un compromiso con Él.

Responder 

¿Cómo me ha hablado Dios directamente a través de este pasaje? ¿Cómo cambia, lo que he descubierto en este estudio, lo que haré, pensaré o diré el día de mañana?

Aprender 

“Lo que aprendí de este pasaje que quiero poder compartir con los demás es...” (cada uno comparta lo que aprendió con su familia).