Conociendo y haciendo la voluntad de Dios
Pasaje: Romanos 12:1–2
Recursos: Guía de estudio familiar
Cómo usar esta guía: Reúnan a su familia para el estudio familiar. Sean conscientes de las edades de sus hijos y determinen cómo explicarán, ilustrarán y aplicarán el pasaje. Sigan cada encabezado en el estudio. Apliquen el pasaje a sus propias vidas, hablen los unos con los otros, hagan preguntas. Y, lo más importante, ¡disfruten!
Introducción
Para hacer la voluntad de Dios debemos rendir nuestra voluntad y a nuestro “yo”, permitiendo que la Biblia sea nuestro guía y fuente que renueva nuestra mente.
¿Qué aprenderemos hoy?
Expliquémoslo
Un sacrificio vivo (v. 1)
Pablo nos está diciendo que, si queremos conocer y hacer la voluntad de Dios, Él tiene que ser nuestro todo. Él tiene que ser nuestra suprema pasión, ya que no está dispuesto en ser el segundo lugar en nuestras vidas. Esto requiere rendición y entrega suprema al decirle a Dios que queremos hacer Su voluntad y no la nuestra.
Jesús demostró el ejemplo de rendimiento y sujeción a la voluntad de Dios, aunque no fue fácil (Luc. 22:42). Pablo usa la visualización del sacrificio, para retarnos a que nos presentemos como "sacrificio vivo", en otras palabras, diciendo que la rendición requiere morir al "yo" continuamente y que vivamos para la voluntad de Dios con una entrega total. Hacer esto es nuestra mayor forma de adoración hacia Dios demostrando un corazón rendido a Él, ya que el único que merece todo nuestro afecto y atención es Dios, porque solamente Él pudo salvarnos a través de Jesús.
Para conocer la voluntad de Dios debo rendirme y morir diariamente al “yo”.
La renovación de nuestra mente (v. 2)
Pablo enfatiza la importancia de no solamente rendirnos, sino también de cambiar nuestra manera de pensar. Debemos ser transformados por medio de la renovación de nuestra mente y no permitir que las influencias externas determinen en nuestros corazones el sistema de valores que debemos adoptar. Debemos permitir que la Palabra de Dios gobierne, transforme y dirija nuestras vidas porque es a través de ella que conocemos la naturaleza y voluntad de Dios para nosotros. Es cuando nos entregamos como sacrificio vivo y somos transformados por la renovación de nuestras mentes que conocemos y hacemos la voluntad de Dios y comprobamos que es buena, agradable y perfecta.
Conocemos la voluntad de Dios por Su palabra.
Reflexionemos
¿De qué me preocupo más en la vida? ¿Qué consume mis pensamientos y energía? ¿A dónde recurro para encontrar refugio? La respuesta a estas preguntas nos indica que es el objeto de nuestra adoración.
Apliquémoslo
¿Qué cosas están en primer lugar en mi vida y debo cambiar de prioridad para rendirme a Dios? Dios anhela tener el primer lugar en nuestros corazones.
Para niños
Traten de adivinar cuál es la comida, el color y el pasatiempo favorito de cada persona. ¿Cómo podrías saber las respuestas correctas? Tendrías que pasar tiempo con esa persona. La única forma en que podemos conocer a Dios es leyendo Su Palabra y pasando tiempo con Él.
Para jóvenes
¿Cuáles son tus planes para el futuro? ¿Está Dios incluido en esos planes? Al ponerlo en primer lugar y permitir que Su palabra te guíe, tendrás la paz que estarás en Su voluntad.
Compartamos
“Lo que aprendí de este pasaje que quiero poder compartir con los demás es...” (cada uno comparta lo que aprendió con su familia).
