Guía de estudio familiar (Salmo 128)


El favor de Dios

Pasaje: Salmo 128

Recursos: Guía de estudio familiar

Cómo usar esta guía: Reúnan a su familia para el estudio familiar. Sean conscientes de las edades de sus hijos y determinen cómo explicarán, ilustrarán y aplicarán el pasaje. Sigan cada encabezado en el estudio. Apliquen el pasaje a sus propias vidas, hablen los unos con los otros, hagan preguntas. Y, lo más importante, ¡disfruten!

Introducción

Dios bendice a la persona que le teme y trae la verdadera felicidad y bendición comenzando en su hogar. El temor de Dios asegura que la bendición de Dios estará con nosotros todos los días y se extenderá a las generaciones futuras.

¿Qué aprenderemos hoy?

Expliquémoslo

La persona a quien Dios bendice (vv. 1–2)

El salmista comienza con una declaración general que conecta la obediencia y la bendición. Aprendemos que el temor de Dios está conectado a la conducta; la persona bendecida teme a Dios en creencia y conducta. La felicidad verdadera del hombre está en temer a Dios porque el que realmente disfruta al máximo la vida es aquel que reconoce a Dios en todas las áreas de su vida y camina en obediencia a Su Palabra.

Dios bendice al que le teme.

El resultado del favor de Dios (vv. 3–4)

La bendición de Dios va más allá de lo material, comienza en la casa. Además de la bendición personal en los trabajos de uno (v. 2), la bendición se extiende al matrimonio y la familia (v. 3). El hombre que teme a Dios disfrutará un matrimonio fructífero y un hogar próspero. El hombre mira como la bendición de Dios se extiende a su familia e hijos. Cuando tememos a Dios, el resultado de Su favor es que Su bendición se extiende a nuestra familia.

La bendición se extiende a mi familia.

El favor de Dios fluye desde Su casa (vv. 5–6)

El salmista delinea no solo la bendición presente, sino también la bendición futura. Pero esta bendición no fluye de nuestra casa, sino desde Sión, desde la casa o la presencia de Dios. Esta bendición no se limita a unos pocos días o años, sino que se experimenta a lo largo de la vida y a través de las generaciones. (Sal 112:2; Deut 7:9).

 La bendición de Dios me seguirá todos los días.

Reflexionemos

  • ¿Qué has aprendido sobre el temor a Dios? El temor a Dios es tenerle reverencia y apartarse del mal por amor a Él. ¿Temes a Dios, lo respetas y le obedeces?

  • ¿Cómo ha cambiado tu perspectiva sobre la familia al saber que es la primordial bendición? Lo material es secundario, Dios te ha bendecido con una familia.

  • Si estás casado sin hijos o no estás casado, ¿cómo puede aplicarse este pasaje a tu vida? ¿Qué pasa si comienzas a ver tus relaciones más íntimas (tu cónyuge o familiares) como relaciones que Dios quiere bendecir?  

Apliquémoslo

  • Examina tu vida. ¿Crees que la manera en que te comportas y crees refleja el temor a Dios? El temor a Dios comienza con obedecer Su palabra.

Para niños 

¿Sabías que tu familia es una bendición de Dios? Dios te ha dado hermanos y padres para que te cuiden y amen. Ellos son parte de la bendición de Dios.

Para jóvenes

Explique en tus propias palabras la diferencia entre la enseñanza bíblica del temor de Dios y la idea errónea de tener miedo de Dios.

Compartamos

“Lo que aprendí de este pasaje que quiero poder compartir con los demás es...” (cada uno comparta lo que aprendió con su familia).