Solo los fuertes piden ayuda
Pasaje: Juan 16:5–15
Recursos: Guía de estudio familiar
Cómo usar esta guía: Reúnan a su familia para el estudio familiar. Sean conscientes de las edades de sus hijos y determinen cómo explicarán, ilustrarán y aplicarán el pasaje. Sigan cada encabezado en el estudio. Apliquen el pasaje a sus propias vidas, hablen los unos con los otros, hagan preguntas. Y, lo más importante, ¡disfruten!
Introducción
Cumplir los propósitos de Dios a solas es difícil. Necesitamos la ayuda de Dios, quien nos apoya por medio del Espíritu Santo que habita en nosotros.
¿Qué aprenderemos hoy?
Expliquémoslo
Necesitas la ayuda de Dios (vv. 5–6)
Jesús estaba preparando a Sus discípulos con una advertencia de las dificultades y persecuciones que iban a venir después de Su despedida (crucifixión, resurrección y ascensión con el Padre). Los discípulos se sintieron abrumados, pero Jesús quería dejar entender que, aunque estas cosas iban a suceder, ellos necesitarían la ayuda de Dios. No podemos vivir el Evangelio en nuestras fuerzas, necesitamos la ayuda de Dios al igual que los discípulos.
Es imposible vivir el Evangelio a solas.
Pedir ayuda te hace más fuerte (vv. 7–11)
Jesús le dice a los discípulos que no solamente necesitan reconocer que no pueden hacerlo solos, sino que pedir ayuda los haría más fuertes. No cualquiera ayuda, sino la ayuda del Consolador (Espíritu Santo) el cual estaría operando a través de y en ellos. El Espíritu Santo no es un viento, emoción ni energía, sino Dios mismo empoderando a los que creen en Jesús para cumplir Su Palabra y Su propósito (Hechos 1:8). Pedir la ayuda del Espíritu Santo nos hace más fuertes
Pedirle ayuda a Dios no es ser débil.
La ayuda que solo el Espíritu Santo puede dar (vv. 12–15)
Jesús tenía que enseñarle más cosas a Sus discípulos, pero su madurez aún no estaba allí. La madurez viene con el crecimiento. Solo el Espíritu Santo nos puede guiar a la verdad, compartirnos lo que Jesús enseñó, y a señalarnos a Cristo. A través del Espíritu Santo recibimos la verdad de Dios. No debemos cultivar nuestro matrimonio, relaciones familiares, o cualquier cosa solos, debemos pedir la ayuda del Espíritu Santo.
El Espíritu Santo te empodera.
Reflexionemos
¿Alguna vez has tenido que mudarte de apartamento o casa solo? Que frustrante y tedioso es. Igual es tratar de vivir el Evangelio con fuerza propia y no con la ayuda de Dios.
¿Qué imágenes vienen a la mente al escuchar la palabra empoderamiento? Posiblemente poder, autoridad o denuedo. El Espíritu Santo nos da esas cosas para cumplir Su misión.
Apliquémoslo
Determina algunas cosas que necesitas cambiar en tu vida para depender y confiar más en el Espíritu Santo.
Para niños
Cuando cargas algo pesado y le pides ayuda a alguien para recogerlo la carga se siente más ligera. Dios quiere ayudarte a vivir una vida como creyente.
Para jóvenes
La sociedad considera que una persona que pide ayuda es débil cuando se trata de lidiar con ciertas cosas. La realidad es que es imposible vivir para Dios sin Su ayuda. Él envió al Espíritu Santo para ayudarte y empoderarte.
Compartamos
“Lo que aprendí de este pasaje que quiero poder compartir con los demás es...” (cada uno comparta lo que aprendió con su familia).