Guía de estudio familiar (1 Corintios 2:14-16)


Deja de pensar para empezar a pensar

Pasaje: 1 Corintios 2:14-16

Recursos: Guía de estudio familiar

Cómo usar esta guía: Reúnan a su familia para el estudio familiar. Sean conscientes de las edades de sus hijos y determinen cómo explicarán, ilustrarán y aplicarán el pasaje. Sigan cada encabezado en el estudio. Apliquen el pasaje a sus propias vidas, hablen los unos con los otros, hagan preguntas. Y, lo más importante, ¡disfruten!

Introducción

Debemos cambiar nuestra mentalidad, dejando de pensar como antes y ver las cosas como Dios las ve con la ayuda del Espíritu Santo porque tenemos la mente de Cristo.

¿Qué aprenderemos hoy?

Expliquémoslo

Cambiemos nuestra mentalidad (v. 14)

Pablo hace un contraste con el hombre natural y espiritual. El hombre natural se refiere a una persona que no puede entender las cosas de Dios porque no ha sido regenerado. Dado que el hombre natural no ha experimentado la salvación, entiende las cosas por instinto natural, por eso ve el mensaje de la cruz como una locura (1 Cor 1:18), pero el hombre espiritual tiene el Espíritu de Dios que le otorga iluminación y un discernimiento espiritual. Debemos dejar nuestras viejas formas de pensar y ver las cosas como Dios las ve de acuerdo con su voluntad. 

Deja de pensar como antes y ve las cosas como Dios las ve.

El hombre espiritual juzga todas las cosas (v. 15)

Pablo nuevamente enfatiza que una verdadera comprensión de las cosas espirituales ocurre solo con la ayuda del Espíritu de Dios. El Espíritu Santo comprende el corazón y la mente de Dios y, dado que Él permanece en nosotros, podemos discernir y juzgar las cosas espiritualmente.

El Espíritu Santo te ayuda a comprender las cosas espirituales.

La mente de Cristo (v. 16)

Pablo extrae de Isaías 40:13 para enfatizar el don del Espíritu. Dado que Cristo no necesita un asesor, este versículo sugiere que la sabiduría de Dios es incomprensible; sin embargo, ha permitido a los creyentes comprender la sabiduría de su salvación a través de la muerte de Jesús. Como creyentes, tenemos acceso a la sabiduría de Dios, ya que tenemos la mente de Cristo. Pero si queremos operar en la mente de Cristo, tenemos que cambiar las siguientes cosas: lo que amamos, lo que valoramos y nuestro discernimiento.  Todas estas cosas deben apuntar hacia Dios.

Tienes la mente de Cristo.

Reflexionemos

  • Medita en tu vida pasada antes de Cristo. ¿Alguna vez pensaste en asuntos espirituales como lo haces ahora? Si lo hiciste, ¿fueron fáciles de entender? La Biblia dice que el hombre natural no puede entender las cosas espirituales sin la ayuda del Espíritu Santo.

Apliquémoslo

  • Tómese un tiempo para identificar en su forma de pensar. ¿Hay alguna forma de pensar que no honre a Dios? Como creyentes somos un hombre nuevo y tenemos la mente de Cristo.

Para niños 

¿Alguna vez has leído tu Biblia y no la has entendido? No te rindas en leerla. El Espíritu Santo está contigo para ayudarte a entenderla. Pídele ayuda.

Para jóvenes

Deja de pensar en todo lo que no tienes y sobre lo que acontecerá en tu futuro y descansa en las promesas de Dios.

Compartamos

“Lo que aprendí de este pasaje que quiero poder compartir con los demás es...” (cada uno comparta lo que aprendió con su familia).