Acércate con un corazón puro
Pasaje: Santiago 4:6–10
Recursos: Guía de estudio familiar
Cómo usar esta guía: Reúnan a su familia para el estudio familiar. Sean conscientes de las edades de sus hijos y determinen cómo explicarán, ilustrarán y aplicarán el pasaje. Sigan cada encabezado en el estudio. Apliquen el pasaje a sus propias vidas, hablen los unos con los otros, hagan preguntas. Y, lo más importante, ¡disfruten!
Introducción
Dios resiste a los soberbios pero da la gracia a los humildes. La manera que respondemos a su llamado de acercarnos a su presencia depende de la postura de nuestro corazón, el cual Él anhela que nos acerquemos con un corazón puro.
¿Qué aprenderemos hoy?
Expliquémoslo
Los humildes reciben abundante gracia (v. 6)
La gracia de Dios es mayor que la inclinación humana hacia el pecado. Santiago recita el libro de proverbios (Pro 3:34), resaltando la oposición de Dios contra los orgullosos que dependen de sí mismos y lo menosprecian. En contrario aquellos humildes que reconocen su insuficiencia y dependen de Él reciben de Su abúndate gracia. Debemos guardar nuestros corazones en no caer en una condición de orgullo y depender siempre de Dios y no en nuestra propia prudencia. (Pro 3:5)
Dios resiste a los orgullosos y da gracia a los humildes.
Se trata de la postura de tú corazón (v. 7)
Santiago da una clave a la vida espiritual de vencer a la tentación. Nos anima a someternos a Dios y de resistir al enemigo. La postura de nuestro corazón dicta cuál actitud vamos a tomar entre quebrantarnos en la presencia de Dios y sujetándonos a su guía o permanecer en las tinieblas y sus deleites. Un corazón orgulloso piensa que solo puede vencer. Solo con las fuerzas y gracia de Dios podemos resistir las fuerzas del maligno. Dios es el Todopoderoso.
Sométete a Dios.
Acércate con un corazón puro (vv. 8–10)
Santiago llama a sus oyentes acercarse a Dios con un corazón puro, practicando una vida de santificación. Esto puede ser hecho a través de examinar nuestros corazones, vencer el doble animo hacia su servicio. Es decir, no podemos decidir un día servirle y después ya no, sino que nuestro compromiso con Él sea firme y serio. Y por fin, a través de un quebrantamiento delante de Dios, entonces confesando nuestros pecados dependiendo en El para que nos ayude a cambiar.
Acércate a Dios.
Reflexionemos
¿Con cuál actitud debemos acercarnos a la presencia de Dios?
¿Has tratado de vencer tentaciones con tus fuerzas? ¿Cuál fue el resultado?
Apliquémoslo
Examina tu vida. ¿cuándo ha sido la última vez que te has quebrantado en la presencia de Dios?
Para niños
Dios ama cuando dependes de él. Si hay algo que estás tratando de derrotar, puedes confiar en que Dios te ayudará.
Para jóvenes
No importa lo lejos que llegues en la vida. Nunca pierdas la humildad y te olvides quién es el que te llevó allí. Dios es el que abre puertas.
Compartamos
“Lo que aprendí de este pasaje que quiero poder compartir con los demás es...” (cada uno comparta lo que aprendió con su familia).
