Idea central
De la historia de Jacob y Lea aprendemos a no vivir en el engaño y a confiar en el amor de Dios.
Contexto bíblico
Jacob se enamora de Raquel a causa de su belleza y le pide a Labán casarse con ella. Lo hace trabajar 7 años y con engaño le da a su otra hija. Después de ser confrontado por Jacob, Labán le entrega a Raquel como esposa, pero al costo de trabajar otros 7 años por ella. Desde entonces, Lea se sintió menospreciada por Jacob y por Raquel y uso estrategias humanas para competir contra su hermana por el amor de Jacob.
Expliquémoslo
1. Lo que siembras cosechas, evita el engaño (16—30)
Jacob había utilizado el engaño toda su vida para conseguir lo que quería y ahora iba a ser víctima de sus tácticas. Se había enamorado de la menor de dos hermanas llamada Raquel, que era hermosa, pero al pedirle a su padre que se casara con ella, le engañó para que trabajara un total de 14 años, dándole como esposa a la hermana mayor, llamada Lea, en lugar de lo que él esperaba en un principio.
Una verdad de la vida es el hecho de que lo que sembramos es lo que cosechamos. (Gálatas 6:7) Como cristianos no debemos usar nuestras viejas maneras pecaminosas para obtener lo que queremos. Ahora tenemos que caminar en nuestra nueva identidad en Cristo y hacer las cosas de una manera que honren a Dios.
Tarde o temprano, el engaño acarrea graves consecuencias
Que aprendemos: Un buen principio es no hacer con los demás lo que no haríamos con nosotros mismos
Preguntas para discutir
¿Cómo podemos resistir la tentación de utilizar el engaño para conseguir lo que queremos?
¿Qué significa que lo que uno siembra es lo que uno cosecha?
2. Depende del amor de Dios (31—35)
Lea se sintió despreciada por Jacob y su hermana y pensó que la maternidad enamoraría a Jacob, ya que Raquel no podía tener hijos, pero fue sin provecho. Incluso después de tener tres hijos, su situación no cambió. No fue hasta su cuarto hijo que comprendió que era amada por Dios y que no tenía que ganarse su amor. Decidió alabar a Dios y llamar a su último hijo Judá, que significa alabanza.
Muchas veces intentamos encajar y conseguir la aceptación de personas que no nos quieren en su vida. No importa que tácticas tratemos de usar para adquirir la aceptación de la gente, ¡no funcionará! Debemos aprender y descansar primero en el amor de Dios. Él nos acepta y nos ama con amor incondicional. (Salmos 86:15) Eso debería bastar para que en nosotros haya alabanza. Toma el tiempo y dale gracias a Dios por su amor.
Que aprendemos: No tienes que ganarte el amor de Dios. Él te ama desinteresadamente.
No tienes que competir por el amor de Dios porque él te ha amado primero (1 Juan 4:19)
Preguntas para discutir
¿De qué manera has experimentado el amor incondicional de Dios en tu vida? ¿De qué manera podemos depender de Su amor?
Llamado a la acción
No hay nada que puedas hacer para ganarte el amor de Dios. Él te ama incondicionalmente y no por lo que puedas hacer o dar.