Demuestra misericordia (Lucas 10:25–37)

Idea central

El crecimiento espiritual consiste en amar a Dios y al prójimo con compasión y misericordia, superando barreras sociales y culturales.

Contexto bíblico

Jesús cuenta la parábola del buen samaritano para enseñar que amar al prójimo significa mostrar compasión a cualquiera que esté en necesidad, sin importar su origen. En la parábola, un samaritano ayuda a un hombre herido, mientras que otros pasan de largo, demostrando que el amor verdadero al prójimo trasciende las barreras sociales y culturales.

Expliquémoslo

1. Debemos amar a Dios y a nuestro prójimo (vv. 25-29)
Un intérprete de la ley se presentó ante Cristo y le hizo una pregunta para ponerlo a prueba: le preguntó qué debía hacer para heredar la vida eterna. Cristo lo dirigió a la ley, y el intérprete citó dos pasajes fundamentales del Antiguo Testamento (Deuteronomio 6:5 y Levítico 19:18) que enfatizan amar a Dios y amar al prójimo. Aunque citó correctamente estos pasajes, quiso justificarse preguntándole a Cristo: "¿Quién es mi prójimo?" Esto revela un desafío común: muchos de nosotros quizás no luchamos con la idea de amar a Dios, pero frecuentemente encontramos difícil amar a los demás.


Algunos han señalado que la forma de la cruz ilustra el tipo de amor al que Dios nos llama. La barra vertical representa el amor que debemos tener hacia Dios, mientras que la barra horizontal simboliza el amor que debemos mostrar hacia los demás. Esta naturaleza dual del amor refleja el estándar que Dios desea de nosotros. El intérprete de la ley estaba bien preparado teológicamente, pero luchaba con aplicar el principio de amar al prójimo. De esto aprendemos que nuestra fe en Cristo nos llama a la acción: a amar a los demás, incluso cuando sea difícil. Debemos modelar nuestro amor según el amor que Dios nos ha mostrado (1 Juan 4:19).

  • No dejes que diferencias sociales, culturales o personales te impidan mostrar amor al prójimo

Qué aprendemos: No solo debemos amar a Dios, sino también debemos amar a los demás


Preguntas para discutir
¿Qué actitudes o prejuicios pueden estar impidiendo que ames a ciertas personas como Cristo lo manda?


¿Cómo te inspira el amor de Dios, expresado en 1 Juan 4:19, para amar a los demás de manera más auténtica?

2. Debemos demostrar misericordia a los necesitados (vv. 30-37)

A través de una parábola, Jesús enseñó al intérprete de la ley quién era su prójimo. La historia dice que un hombre fue robado, golpeado y dejado medio muerto en el camino. Primero, pasó un sacerdote y no hizo nada. Luego, un levita lo vio, pero tampoco actuó. Finalmente, un samaritano lo vio e inmediatamente hizo todo lo posible para ayudarlo, incluso a gran sacrificio personal. ¿Cuál era el problema en la historia? El sacerdote y el levita, quienes eran considerados pilares de la fe genuina y figuras religiosas prominentes, debieron haber actuado. Sin embargo, no lo hicieron. En cambio, un samaritano (alguien visto como enemigo por los judíos debido a profundas divisiones históricas y religiosas) mostró misericordia. ¿Qué estaba enseñando Cristo? El samaritano demostró que amar al prójimo significa ser misericordioso, especialmente con aquellos que están en necesidad, incluso si no pertenecen a nuestra comunidad o grupo social inmediato.

¿Cómo vivimos esto hoy? Aunque pueda ser incómodo, debemos abrir nuestros ojos espirituales y mostrar misericordia a otros, sin importar las diferencias culturales o sociales. El amor de Cristo no tiene límites. Hay una gran cosecha esperando, pero pocos están dispuestos a demostrar la compasión de Cristo (Mateo 9:35-38). Seamos misericordiosos y veamos cómo Dios puede obrar poderosamente, incluso cuando requiere un esfuerzo sacrificial. El samaritano usó sus recursos para hacer el bien, ¿por qué no nosotros?

  • Observa a tu alrededor: ¿Quién está en necesidad física, emocional o espiritual? Demuéstrale la misericordia

Qué aprendemos: Usa tus recursos y habilidades para apoyar a quienes lo necesiten.


Preguntas para discutir

¿Qué te enseña la actitud del samaritano sobre la verdadera compassion?

Llamado a la acción

Cada día esfuérzate por crecer con el Señor. Si has caído, levántate y continúa tu camino, permitiendo que el Señor siga obrando en tu corazón.

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