Reunirse en familia para orar, adorar y estudiar la Palabra de Dios es una práctica tan importante. El hogar es el espacio más íntimo y formativo en toda la sociedad, ¿por qué no usarlo para cultivar la piedad y hacer discípulos de nuestros hijos? Aquí hay algunas maneras prácticas de comenzar.
Adoren juntos
La adoración no solo nos enseña a alabar a Dios, glorificarlo y exaltar Su nombre, sino también a rendirnos a Él. Cuando adoramos a Dios, recordamos quién Él es y quiénes somos nosotros. Él es soberano, poderoso, bueno, justo, amoroso, misericordioso, y más y más. Cantamos para recordar y declarar quién es Dios. Pero, también recordamos quiénes somos nosotros, débiles, dependientes, frágiles e inconsistentes. La adoración nos recuerda que dependemos de Dios, no de nosotros mismos. Y alinea nuestros corazones, nuestras pasiones y deseos con la verdad de Dios. La adoración trata con nuestras emociones y nuestros pensamientos. De modo que incluso en medio del caos, la ansiedad, la necesidad y el miedo, nos mantenemos firmes y cantamos de la bondad de Dios.
Pongan cantos de adoración
Canten juntos
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Estudien juntos
Consideren las edades de sus hijos y planifiquen de acuerdo con eso. Lean un pasaje bíblico, cuéntenles una historia bíblica, actúenla, háganla interesante, divertida e impactante. No cambien el contenido, pero cambien su entrega y aplicación para que sus hijos la entiendan. No hay una manera perfecta de hacer esto. Habrá distracciones, en momentos no todos prestarán atención. Pero no se rindan. Sigan leyendo, contando, explicando, están discipulando a sus hijos. Recuerden los tres objetivos de cada exposición bíblica, predicación o enseñanza:
Explicar (¿Qué dice este pasaje? ¿O de qué se trata esta historia bíblica?)
Ilustrar (¿Cuáles son algunas historias personales o anécdotas que dan vida al pasaje o historia bíblica?)
Aplicar (¿Cómo se aplica este pasaje o historia bíblica a nuestras vidas?)
Oren juntos
Orar es hablar con Dios. ¿Simple, no? ¿Importante verdad? Bueno, ¿sus hijos lo saben? ¿Saben cómo hablar con Dios? ¿Saben que Él es real, accesible, bueno, amoroso y santo? Enséñenles a orar, oren en voz alta juntos, oren el uno por el otro, impongan manos, oren de la mano. Pregúntenle a sus hijos si tienen peticiones de oración. Aquí hay algunas consideraciones bíblicas que deben incluir en sus oraciones:
Alaba a Dios por quien Él es, no solo por lo que hace
Presenta tus peticiones a Dios
Arrepiéntete de tu pecado
Busca Su voluntad
Sé honesto con Dios, di lo que hay en tu corazón
Escucha Su voz, ¿qué te está diciendo?
Disfruten juntos
Las disciplinas espirituales como la oración, la lectura de la Biblia y el ayuno se designan como disciplinas porque enfatizamos que requieren compromiso y nos ayudan a desarrollarnos y crecer. Sin embargo, también debemos enfatizar que son un deleite. Por lo tanto, el tiempo devocional de su familia no debe ser una disciplina o una tarea religiosa, sino momentos para que su familia se acerque a Dios. Son momentos para conectarse con Él, discipular a nuestros hijos, responder sus preguntas, orar por ellos y enseñarles el Evangelio. ¡Disfruten este tiempo juntos!
¿Están listos para comenzar? Solo necesitan hacer de esto una prioridad, planificar, dedicar 30-40 minutos y tener la voluntad y el deseo de buscar a Dios. No tienen que considerarse unos super líderes espirituales para comenzar a ser líderes espirituales en su hogar. Simplemente comiencen hoy, comiencen ahora mismo. Hagan un altar de su hogar, y Dios hará un hogar de su altar.
Benji Paredes es el Pastor Ejecutivo en Templo Betania y dirige el ministerio de predicación y enseñanza. Él y su esposa Chavely tienen cuatro hijos.