Acércate con fe (Marcos 9:14–29)


Acércate con fe

Pasaje: Marcos 9:14–29

Recursos: Guía de estudio familiar

Cómo usar esta guía: Reúnan a su familia para el estudio familiar. Sean conscientes de las edades de sus hijos y determinen cómo explicarán, ilustrarán y aplicarán el pasaje. Sigan cada encabezado en el estudio. Apliquen el pasaje a sus propias vidas, hablen los unos con los otros, hagan preguntas. Y, lo más importante, ¡disfruten!

Introducción

Cada creyente tiene una medida de fe que él da pero también nos invita a cultivar nuestra fe y no quedarnos complacientes en una medida. Lo podemos hacer en una intimidad sincera con Él, ya que nada de lo que podamos hacer lo puede impresionar.

¿Qué aprenderemos hoy?

Expliquémoslo

Debemos cultivar nuestra fe (vv. 14–19; 28–29)

Los discípulos de Jesús estaban tratando de echar fuera un espíritu mudo en un muchacho pero no pudieron. La multitud que estaba a sus alrededores lo tomaron de asombro. Jesús se acercó e hizo el milagro después de reprender a la multitud y a los escribas por su incredulidad. Después de hacer el milagro los discípulos de Jesús preguntaron por qué no pudieron, ya que previamente Jesús les había dado la autoridad para hacerlo. (Lucas 9:1–2) Ellos necesitaban crecer y aumentar la fe. La verdad es aunque exista muchos admiradores de Jesús, no significan que sean personas de fe que creen en el poder de Dios. Tenemos el reto de estrechar nuestra fe a través de oír Su palabra  (Romanos 10:17) y en la oración. La intimidad con Dios nos da la confianza en creer que lo que Dios a dicho se cumplirá. 

En búsqueda de Dios a través de la lectura de la palabra y la oración cultiva tu fe.

Debemos acercarnos a Jesús con una fe sincera (vv. 20–27)

Jesús se acercó con el padre y le hizo varias preguntas sobre la condición de su hijo. El hijo había sufrido desde su niñez. El padre con mucha sinceridad le rogó por misericordia para que su hijo sea libre. Jesús le respondió que para el que cree, todo le es posible. En vez de expresar algo falso o exagerado, el padre le respondió con su sinceridad y medida de fe. Él creía en Jesús, pero para la demanda de fe para la sanidad de su hijo, él necesitaba Su ayuda. Jesús no se enoja si somos faltos de fe, él quiere que lleguemos con él sinceramente y que dependamos en Él, hacia nuestro crecimiento espiritual y de fe. Dios es el que da la fe. (Romanos 12:3)

Acércate a Jesús con sinceridad.

Reflexionemos

  • Si sabemos que Dios es bueno, ¿por qué a veces batallamos en creer en su bondad? El conocimiento es diferente al verdaderamente creerlo.

  • Para alguien que está batallando en su fe, ¿qué recomendaciones les dirías?

Apliquémoslo

  • Dios nos conoce íntimamente, ¿cuándo te acercas a la presencia de Dios, lo haces de una manera sincera? No hay nada que pueda impresionar a Dios, ya que él sabe la condición de nuestro corazón.

Para niños 

Dios te da la confianza de que puedes acudir a Él con sinceridad. Nada le sorprenderá.

Para jóvenes

Está bien tener dudas a veces. Dios nos encuentra en nuestra medida de fe. Solo quiere que seas sincero con él.

Compartamos

“Lo que aprendí de este pasaje que quiero poder compartir con los demás es...” (cada uno comparta lo que aprendió con su familia).