Idea central
La verdadera plenitud viene de Dios y no del placer, trabajo, o la sabiduría.
Contexto bíblico
El autor termina su examen del placer, la sabiduría y el trabajo (vv. 1-26). Él no encuentra ninguna de estas cosas satisfactorias, por lo que concluye alentando a las personas a encontrar placer en la vida en el orden correspondiente, ya que Dios solo satisface completamente.
Expliquémoslo
1. No busques la satisfacción en cosas que no sacian
En el contexto (Capt. 2), en la búsqueda de la plenitud, el autor expresa su búsqueda extrema de la misma a través del placer, la sabiduría y el trabajo. A través del placer, experimentó la construcción de muchos bienes raíces, la posesión de muchos sirvientes, animales, oro y plata, y mujeres y entretenimiento, y aun así su corazón no estaba satisfecho. A través de la sabiduría, razonó qué sentido tenía si, al final, todos los hombres sabios y necios tenían que morir. Y con el trabajo, ¿qué sentido tendría construir un imperio y un rico legado con trabajo duro y dedicación sólo para dejárselo a la siguiente generación que podría malgastarlo rápidamente? Verdaderamente vano. Estas tres cosas no pueden completamente satisfacer nuestros corazones.
Si el autor experimentó estas cosas de forma extraordinaria y no pudo encontrar la plenitud, ¿qué sería de nosotros en la búsqueda de la satisfacción? Aprendemos que el placer, la sabiduría y el trabajo no pueden traer la verdadera satisfacción.
Que aprendemos: No hay nada bajo los cielos que pueda saciar la sed de satisfacción.
No hay objeto, experiencia, o trabajo que llenara tu vida
Preguntas para discutir
¿Qué es la verdadera satisfacción?
En sus palabras, ¿por qué el placer, la sabiduría y el trabajo no pueden aportar una satisfacción
completa?
2. Para encontrar la satisfacción necesitas poner a Dios en primer lugar (vv. 24—26)
En busca de la plenitud, el autor llega a la conclusión de que nada le produjo satisfacción. Entonces, ¿qué ocurre cuando no podemos encontrarla aquí en esta tierra? Debemos mirar al cielo. Él es quien da la verdadera satisfacción.
Ahora bien, si Dios da la verdadera plenitud, ¿cuál es el papel de los placeres, la sabiduría y el trabajo? Dios es bueno y nos da todo para disfrutar (Santiago 1:17) pero no para hacer de ello un dios. Sólo Dios es Dios, y merece ser adorado y colocado por encima de todo.
Que aprendemos: Encuentra tu propósito en Dios
Dios nos da todas las cosas para que las disfrutemos en su debido orden
Preguntas para discutir
¿Cómo sabemos si hemos hecho un dios de lo material o de otras cosas?
¿Qué significa poner a Dios por encima de todo?
Llamado a la acción
Puede que te encuentres en una situación en la que lo has intentado todo, pero sigues sintiéndote vacío por dentro. Mira al cielo y encuentra tu satisfacción en Dios.