Idea central
Es importante guardarse de actuar solo por apariencia y asegurarnos de que nuestra generosidad y servicio provengan de un corazón sincero y genuino.
Contexto bíblico
Jesús critica a los escribas por su hipocresía y destaca la generosidad sincera de una viuda pobre que da todo lo que tiene en contraste con las grandes ofrendas de los ricos.
Expliquémoslo
1. Guárdate de las apariencias (vv. 38-40)
Jesús comienza a advertir a sus discípulos enseñándoles contra la hipocresía, usando a los escribas como ejemplos. En ese tiempo, los escribas eran una clase de eruditos que enseñaban, copiaban e interpretaban la ley judía para el pueblo. Eran considerados expertos de la ley y prestigiosos entre el pueblo de Israel. El problema era que Dios estaba en sus mentes, pero no en sus corazones. No ponían en práctica lo que sabían. A pesar de su apariencia exterior de piedad, estos escribas eran corruptos y egoístas, incluso explotaban a las viudas para su propio beneficio.
Si daban, era con el motivo equivocado, con el fin de cumplir un deber y haciéndolo dando lo que les sobraba (Mateo 23:23). Tenemos que entender que Dios no está tras nuestro dinero. Él es el verdadero dueño de todo y nosotros somos los administradores de lo que Él otorga (Salmo 24:1). Lo que debemos aprender es que Dios está tras nuestros corazones. Él quiere una verdadera conversión de nosotros, y si damos, debe ser con el motivo correcto (Proverbios 23:26). Si no hacemos las cosas desde el corazón, entonces es solo una apariencia para impresionar a los demás.
Asegúrate de que tu fe no sea solo una cuestión de conocimiento intelectual, sino que esté profundamente arraigada en tu corazón y se refleje en tus acciones diarias.
No es que no tengamos tiempo, sino que no hacemos tiempo para servirle a Dios
Que aprendemos: La hipocresía es hacer apariencias de lo que uno no es
Preguntas para discutir
¿Cómo definirías la hipocresía en el contexto de la enseñanza de Jesús sobre los escribas?
¿Cómo podemos evitar las apariencias y hacer las cosas genuinamente para la gloria de Dios?
2. Guárdate de dar con las intenciones incorrectas (vv. 41-44)
Jesús luego enfocó Su atención en el tesoro y en las personas que añadían dinero a la caja de ofrendas. Vio a personas ricas dando grandes sumas, luego una viuda pobre que solo puso dos pequeñas monedas de cobre, las cuales eran las monedas más pequeñas y menos valiosas en circulación en el tiempo de Jesús. Luego enfocó a Sus discípulos y les dijo que la viuda pobre había dado más. La diferencia era que los ricos dieron una gran cantidad de su exceso, mientras que la viuda dio todo lo que tenía. En otras palabras, ella dio sacrificialmente.
Pablo enseña que la forma en que damos importa, ya que debe hacerse con el corazón correcto (2 Corintios 9:7). Debemos guardarnos de las apariencias y hacer las cosas para la gloria de Dios, incluso si lo que hacemos o damos es pequeño. Ya sea una cantidad grande o pequeña, da según tu capacidad de manera sacrificial, pero hazlo con la intención correcta, queriendo honrar a Dios.
Da con un corazón alegre y agradecido, no por obligación o para cumplir con una expectativa social, sino porque reconoces la bondad de Dios en tu vida.
Que aprendemos: Dios se agrada cuando damos a nuestra capacidad sacrificadamente
Preguntas para discutir
¿Por qué crees que Jesús elogió la ofrenda de la viuda pobre más que las grandes sumas dadas por los ricos?
¿Puedes recordar un momento en que diste de manera sacrificial? ¿Cómo te sentiste comparado con dar de tu exceso?
¿Cuáles son algunas intenciones incorrectas comunes que la gente puede tener al dar?
Llamado a la acción
Damos por el motivo de agradecimiento con todo lo que Dios ha hecho por nosotros. Asegúrate que lo hagas por las intenciones correctas.