Guía de estudio familiar (Romanos 6:5–11)


De muerte a vida

Pasaje: Romanos 6:5–11

Recursos: Guía de estudio familiar

Cómo usar esta guía: Reúnan a su familia para el estudio familiar. Sean conscientes de las edades de sus hijos y determinen cómo explicarán, ilustrarán y aplicarán el pasaje. Sigan cada encabezado en el estudio. Apliquen el pasaje a sus propias vidas, hablen los unos con los otros, hagan preguntas. Y, lo más importante, ¡disfruten!

Introducción

Jesús nos ha librado del poder del pecado llevándonos de muerte a vida y debemos de perseverar en esta verdad, aunque nuestras emociones nos hablen otra realidad.

¿Qué aprenderemos hoy?

Expliquémoslo

El poder liberador de Jesús (vv. 5–7)

Como seres humanos, disminuimos la seriedad del pecado en nuestras vidas. Pero el pecado es serio conforme a la carta de Romanos. Ha contaminado todo nuestro ser y afectado todo lo que somos. En otras palabras, sin Jesús somos esclavos del pecado. Es imposible con habilidad humana o a través de las buenos obras vencer su efecto: la esclavitud y muerte. Es a través de la obra redentora de Dios por medio de Su Hijo Jesucristo que tenemos acceso a Dios y fuimos declarados justos.

Jesús nos ha librado del poder del pecado.

De muerte a la vida (vv. 8–10)

No hay resurrección sin una cruz. No hay vida si no hay muerte. Pablo dice, si morimos con Cristo, también resucitaremos con Él. El pasar de muerte a vida es cuando reconocemos que el poder no está en nuestra capacidad sino en Jesús, pero una vez que reconocemos que el poder está en Jesús, nos corresponde vivir conforme a esa verdad.

Jesús nos ha llevado de muerte a vida

Muertos al pecado, pero vivos para Dios (v. 11)

Cristo murió una vez y para siempre para darnos nueva vida. Si ya moriste a esa vieja manera de vivir, no vuelvas a ella. Pablo dice considérate muerto al pecado y vivo para Dios. Es decir, tienes que considérate a ti mismo como Dios te considera: muerto al pecado y vivo para Él en Jesucristo. Él te deja saber que ya no eres un esclavo del poder del pecado, sino libre en Cristo, aunque hay días que las emociones te hagan sentir lo opuesto.

Somos lo que Dios dice que somos.

Reflexionemos

  • ¿Qué cambios has experimentado en tu nueva vida en Cristo? Cuando ha llegado la duda, ¿qué te ha fortalecido para perseverar en el camino de Dios?

Apliquémoslo

  • Haz memoria de tu vida antes de Cristo. ¿Te recuerdas cuando trataste de cambiar y no pudiste? Dale gracias a Dios por dar a Su Hijo en la cruz a costo de tu libertad.

Para niños

¿A veces se te ha hecho difícil obedecer a tus padres? Recuerda que Dios te a dado una nueva vida y Él te ayuda con Su Espíritu Santo a poder vivir una vida de obediencia.

Para jóvenes  

Durante esta temporada de formación de identidad, recuerda que eres lo que Dios dice que eres. Eres un hijo de Dios hecho libre del poder del pecado.

Compartamos

“Lo que aprendí de este pasaje que quiero poder compartir con los demás es...” (cada uno comparta lo que aprendió con su familia).