El verdadero contentamiento (Eclesiastés 6:1–12)

Idea central

La riqueza material no puede dar el verdadero contentamiento; solo Dios puede.

Contexto bíblico

El predicador habla de la insatisfacción y la vanidad de la riqueza.

Expliquémoslo

1. La riqueza material no trae el verdadero contentamiento (v. 1—5)

El predicador reconoce que una persona puede tenerlo todo y aun así sentirse descontenta. El negocio y la preocupación constante por conseguir más no dejan tiempo para disfrutarlo. Cuando uno encuentra satisfacción en la riqueza material que tiene, no habrá suficientes éxitos experimentados o riquezas que puedan traer verdadera satisfacción duradera, ni siquiera tener una larga vida y toneladas de hijos.


Aprendemos que el verdadero contentamiento es cuando uno tiene a Dios en su vida y vive ya contento con lo que ya posee. Debemos estar agradecidos a Dios por lo que ya nos ha dado y no esperar tener más o estar en una situación actual para estar en la alegría de Dios. La alegría de Dios está exenta de cosas externas y podemos experimentarla en nuestra situación actual.

Que aprendemos: Agradece a Dios lo que ya tienes

  • La riqueza material no aporta satisfacción, porque después de experimentarla por un momento, la sensación se desvanece y corremos por más


Preguntas para discutir

¿Por qué la riqueza material no aporta satisfacción plena?


¿Para qué sirve los bienes materiales?

2. Tu fuente de contentamiento es Dios (vv. 6—12)

El predicador menciona la verdad de que nos esforzamos por mantenernos para vivir, pero las satisfacciones materiales no bastan para darnos una satisfacción completa. Cuanto mayor son las ganancias materiales, más agobiado se siente uno por la abundancia. Todo el estrés y la preocupación añadidos cuando nada de lo que uno posee puede llevarse a la otra vida. Nuestro tiempo en la tierra es corto.


En cambio, debemos centrarnos en Su búsqueda porque Él es lo que nuestra alma necesita para estar verdaderamente satisfecha. Si no perseguimos a Dios, estamos persiguiendo otra cosa que, al final, es inútil y temporal. Perseguir a Dios significa poner nuestro tiempo, energía y corazón en acercarnos a Él. En otras palabras, dar prioridad a los asuntos espirituales en la propia vida. Cuando lo hagas, llegarán tus bendiciones y alegría (Mateo 6:33).

Que aprendemos: Corre hacia Dios, Él sólo puede satisfacer

  • Dios puede concederte hoy paz y alegría en tu situación actual

  • Pon a Dios como prioridad en tu vida


Preguntas para discutir

¿Qué significa que solo Dios puede satisfacer el alma?


¿En tus palabras qué significa buscar a Dios?


¿De qué manera podemos encontrar satisfacción en Dios?

Llamado a la acción

Sea lo que sea, por lo que estés pasando hoy. Corre hacia Dios, Él puede devolverte la alegría. Encuentra tu satisfacción en Él.