Idea central
Pon tu confianza en Jesús y cuando surjan obstáculos contra tu confianza en Él, véncelos.
Contexto bíblico
Este pasaje muestra la compasión de Jesús, su autoridad sobre la enfermedad y su capacidad de traer vida donde parecía no haberla.
Expliquémoslo
1. Pon tu confianza en Jesús y no temas (vv. 35-37)
Jairo, un líder de la sinagoga, cayó a los pies de Jesús después de verlo y comenzó a implorarle fervientemente que sanara a su hija, que estaba al borde de la muerte (vv. 21-23). Cristo lo siguió inmediatamente, pero fue interrumpido por otra mujer que necesitaba sanación. Después de esa breve interacción, cuando Jairo y Jesús se acercaban a la casa, alguien dijo que la hija estaba muerta.
Imagina estar en la situación de Jairo, recibiendo la noticia que más temía. En su mente, podría haber culpado a la interacción de la mujer o tal vez a la aparente negligencia de Jesús por no atender su necesidad más rápidamente. Es cierto, en tiempos de crisis, cuando las personas no ven una intervención divina inmediata, pueden comenzar a sentir miedo y tentación de abandonar su fe. Pero debemos entender esto: no importa cuán desfavorables parezcan las probabilidades en nuestra contra. Si Dios ha hablado una palabra, se cumplirá (Ezequiel 12:25; Números 23:19). Las mismas palabras que Jesús le dijo a Jairo nos habla a nosotros: “no temas, cree solamente”. No dejes de confiar y creer en Dios, tu fe y confianza en Él no son en vano.
No temas las circunstancias desfavorables, Jesús está contigo
Que aprendemos: El más seguro lugar en donde estar es la presencia de Jesús
Preguntas para discutir
¿Qué significa para ti la frase “no temas, cree solamente”? ¿Cómo puedes aplicarla en tu propia vida cuando enfrentas dificultades o incertidumbre?
2. Elimina los obstáculos que impiden tu confianza en Jesús (vv. 38-43)
Después de llegar a la casa de Jairo, se produjo una gran conmoción de personas llorando y lamentándose. En la tradición judía, era costumbre contratar plañideras profesionales para establecer el estado de ánimo para todos los presentes. Como puedes imaginar, cuando Jesús llegó a la casa de Jairo, la escena era ruidosa, caótica y deprimente. Jesús les dijo que no lloraran porque la hija no estaba muerta sino dormida, y comenzaron a reír. Estaban siendo un obstáculo para que Dios actuara. Jesús tuvo que echarlos.
Así como las plañideras profesionales eran un obstáculo, hay ciertas cosas en nuestra vida que no están ayudando a nuestra fe. En lugar de ser una bendición, se han convertido en un impedimento para que Dios se mueva en nuestras vidas. ¿Qué está impidiendo la bendición de Dios en tu vida? Pueden ser muchas cosas, pero lo importante es cómo respondemos ante ellas. Jesús las echó fuera y nosotros también deberíamos hacerlo. Elimina cualquier cosa en tu vida que esté obstaculizando tu fe (2 Corintios 7:1).
Nada debe ponerse en primer lugar antes que Dios, ya que Él es lo más valioso.
Que aprendemos: Remueve de tu vida lo que impide tu crecimiento espiritual
Preguntas para discutir
¿Qué obstáculos o distracciones enfrentamos en nuestra vida de fe? ¿Cómo podemos mantener nuestra confianza en Dios incluso cuando las circunstancias parecen desfavorables?
Llamado a la acción
Aunque te sientas desanimado por lo que está ocurriendo en tu vida, no abandones los caminos de Dios; continúa creyendo en Él y verás cómo obra a tu favor.