Idea central
Comprométete a tener una vida de servicio a Dios y generosidad.
Contexto bíblico
Este capítulo relata el discurso de despedida de Pablo a los líderes de la iglesia de Éfeso. En él, les advierte sobre los desafíos que enfrentará en Jerusalén, los anima a permanecer firmes en la fe y a cuidar del rebaño de Dios con diligencia. Pablo les recuerda su ejemplo de trabajo arduo y generosidad, y les advierte sobre la llegada de falsos maestros. Con oraciones y lágrimas, se despide confiando en que Dios los guiará y fortalecerá en su ausencia.
Expliquémoslo
1. Comprométete con el llamado de Dios al servicio (vv. 22-27)
Vemos el compromiso inquebrantable de Pablo con su misión. Se dirige a los ancianos de Éfeso y les habla sobre su viaje a Jerusalén, impulsado por el Espíritu Santo, a pesar de no estar seguro de lo que le espera. Les hace saber que, a pesar de las incertidumbres que podría enfrentar, no valoraba más su vida que completar su llamado dado por Dios, que es proclamar y enseñar el evangelio incansablemente dondequiera que fuera dirigido.
Imagina lo que sucedería cuando estemos enfocados en hacer la voluntad de Dios en nuestras vidas. El ministerio de Pablo fue tan fructífero que todos los que encontró escucharon el evangelio (Hechos 19:10). Las personas no escucharán el evangelio por sí solas; Dios quiere usarnos como sus embajadores para compartir su evangelio (Romanos 10:14; 2 Corintios 5:20). Esto requiere tiempo y compromiso. Muchas personas usan la excusa de que no tienen tiempo, pero la respuesta no es dejar de servir a Dios, sino priorizar el tiempo. Dicen que las prioridades de la vida de una persona se conocen por cómo priorizan su día. Otro obstáculo es tener miedo a lo desconocido, pero Pablo nos muestra que debemos depender del Espíritu Santo para hacer el ministerio al que Dios nos ha llamado. Esto significa que no operamos por nuestra cuenta. Después de todo, Él dijo después de dar la Gran Comisión que estaría con nosotros hasta el fin del mundo para cumplir Su llamado (Mateo 28:20).
Servirle a Dios es un privilegio
No es que no tengamos tiempo, sino que no hacemos tiempo para servirle a Dios
Que aprendemos: Dedícale tiempo a la obra de Dios
Preguntas para discutir
¿Qué podemos aprender del compromiso de Pablo con su misión, a pesar de las incertidumbres que enfrentaba?
Pablo no permitió que su vida o sus preocupaciones personales lo distrajeran de su misión. ¿Cómo podemos asegurarnos de que estamos priorizando nuestro tiempo de acuerdo con la voluntad de Dios?
¿Qué pasos prácticos puedes tomar para ser un embajador más eficaz de Cristo en tu comunidad?
2. Comprométete a dar (vv. 28-38)
Pablo continuó alentando a los ancianos de Éfeso a proteger el rebaño de las falsas enseñanzas y a servir con el corazón correcto, ya que, después de su partida, discernió que surgirían falsos maestros. Les presentó su ejemplo de cómo sirvió al pueblo de Dios con el corazón correcto, sin esperar ninguna ganancia monetaria ni de otro tipo, trabajando en ocasiones por su cuenta y recordándoles que es mejor dar que recibir.
Hay una gran alegría en dar con la intención correcta y sin esperar nada a cambio. Damos porque Dios dio primero. Él dio a Su Hijo, para que a cambio podamos ser salvos sin El esperar nada a cambio. Al igual que Pablo, debemos tener la disposición de servir a los demás sin esperar ninguna ganancia y ver oportunidades para suplir las necesidades de las personas. Sé generoso.
Debemos dar sin esperar nada a cambio
Dar no se trata del monto, sino más bien de la actitud. Da con la intención correcta
Que aprendemos: Hay gran gozo cuando uno da
Preguntas para discutir
Comparte una experiencia en la que diste generosamente y cómo te sentiste después.
¿Cómo podemos cultivar una actitud de generosidad en nuestras vidas?
¿Qué otras historias bíblicas sobre dar y generosidad te inspiran y por qué?
Llamado a la acción
Tómate en serio tu llamada a dar y servir a Dios. Hay una gran bendición cuando lo haces.