Acércate a Dios (Lucas 7:36-50)
Idea central
Debemos acercarnos a Dios con un corazón contrito y reverente, reconociendo Su gran misericordia y el perdón que nos ofrece.
Contexto bíblico
Jesús es invitado a cenar en la casa de un fariseo llamado Simón. Durante la comida, una mujer conocida por su mala reputación entra sin ser invitada, se acerca a Jesús, llora a sus pies, los seca con su cabello y los unge con un costoso perfume. Simón juzga en su corazón tanto a la mujer como a Jesús. En respuesta, Jesús le cuenta una parábola sobre dos deudores, enseñando que quien ha sido perdonado mucho, ama mucho. Finalmente, Jesús afirma públicamente que los pecados de la mujer han sido perdonados por su fe, destacando la misericordia y el poder transformador Su perdón.
Expliquémoslo
1. Acércate a Dios con sensibilidad (vv. 36–43)
Un fariseo llamado Simón invitó a Jesús a cenar en su casa. Jesús aceptó la invitación, y mientras estaban sentados a la mesa, una mujer sin nombre llegó con un frasco de alabastro lleno de perfume. Comenzó a llorar a los pies de Jesús, secó sus lágrimas con su cabello y luego ungió sus pies con el perfume. Este acto provocó una fuerte crítica por parte de Simón. Aunque no dijo nada en voz alta, juzgó a la mujer en su corazón, y Jesús respondió a ese pensamiento con una parábola sobre dos deudores perdonados. La implicación era clara: aquel a quien se le perdona más, ama más.
Para entender las acciones de la mujer, debemos considerar el contexto cultural. En ese tiempo, no era apropiado que una mujer se acercara a un hombre sin permiso previo. Pero ella estaba tan quebrantada y encontró tanto consuelo en Cristo que estar en su presencia la abrumó. Su respuesta fue asombro, reverencia y un sacrificio radical: derramó algo de gran valor en honor y amor. El perfume que usó valía casi el salario de un año completo. Ella estaba experimentando el amor y el perdón de Cristo. De ella aprendemos cómo debemos acercarnos a la presencia de Dios: con un corazón contrito y reverente. ¿Qué hace entonces que algunas personas estén en la presencia de Dios y aun así se sientan lejos de Él? Muchas veces, es un corazón endurecido o ingrato. Cuando uno realmente ha experimentado su perdón, eso debería impulsarnos a amarle más. Proverbios nos dice que un corazón endurecido lleva al problema, pero uno que teme a Dios trae bendición (Proverbios 28:14). Estamos en deuda con Él.
No te acerques a Dios por costumbre. Hazlo con intención, con reverencia, como si fuera la primera vez.
Qué aprendemos: El quebrantamiento nos hace sensible a la presencia de Dios
Preguntas para discutir
¿Por qué crees que la mujer reaccionó con tanto amor y entrega hacia Jesús?
¿Qué significa para ti acercarte a Dios con un corazón contrito y reverente?
2. Acércate a Dios sabiendo que Él perdona pecados (vv. 44–50)
Después de que Simón respondió correctamente a la pregunta de la parábola, Jesús se dirigió directamente a él y señaló su falta de hospitalidad en contraste con las acciones de la mujer. En esos días, caminar por calles polvorientas con sandalias dejaba los pies muy sucios. Ofrecer agua para lavar los pies era un acto básico de hospitalidad. Saludar con un beso y ungir la cabeza con aceite eran señales comunes de afecto y bienvenida. Simón no hizo ninguna de estas cosas con Jesús. Pero esta mujer, no invitada y considerada pecadora, lavó sus pies con lágrimas, los secó con su cabello, los besó y los ungió con un perfume costoso. Fue ella, no Simón, quien mostró verdadera hospitalidad.
Simón pertenecía a una secta religiosa estricta que enfatizaba la santidad, pero aun así era espiritualmente insensible. Esto nos recuerda que simplemente asistir a la iglesia o tener un cargo no significa que estemos cerca de Dios. Debemos buscarlo con intención y no perder nuestra sensibilidad espiritual. Cuando nos acercamos a Dios, no debemos hacerlo bajo condenación, como si Él nos fuera a rechazar. Nos acercamos a Él por su sacrificio, no por nuestro mérito. Al contrario, Él tiene el poder de perdonar y restaurar, tal como lo hizo con la mujer. Acércate con confianza, porque Él es misericordioso y te recibirá (Hebreos 4:16; Salmo 145:18).
Acércate con la seguridad de su perdón, recuerda que su gracia es mayor que tu pasado
Qué aprendemos: La misericordia de Dios es grande
Preguntas para discutir
Simón era un hombre religioso, pero insensible espiritualmente. ¿Crees que es posible caer en esa misma actitud en nuestra vida cristiana? ¿Cómo podemos evitarlo?
Llamado a la acción
No te acerques a Dios por costumbre ni por obligación, sino con la intención de experimentar Su presencia transformadora, sabiendo que Él te recibe con amor y perdona tus pecados.