Se un mayordomo fiel (Mateo 25:14-30)

Idea central

Dios nos ha confiado habilidades y recursos para ser mayordomos fieles de Su reino, y un día daremos cuentas de cómo los hemos usado.

Contexto bíblico

En esta parábola, Jesús enseña sobre la mayordomía. Un hombre confía sus bienes a tres siervos, dándoles diferentes cantidades según su capacidad. Dos siervos multiplican lo que recibieron, pero el tercero, por miedo, lo entierra. Al regresar, el amo recompensa a los fieles y reprende al negligente. La parábola nos llama a ser fieles administradores de lo que Dios nos ha dado.

Expliquémoslo

1. Dios te ha dado habilidades y recursos, y daremos cuenta de lo recibido (vv. 14-23)

Jesús contó una parábola que ilustra el principio del reino sobre la mayordomía, enseñando que ser un mayordomo significa proteger y hacer crecer lo que pertenece a otro en su representación. En la parábola, un hombre se va de viaje y confía sus bienes a sus siervos. A cada uno le dio conforme a su capacidad, con la expectativa de que lo multiplicaran cuando él regresara. Solo dos de los tres lo hicieron. Dos fueron diligentes, mientras que el otro fue negligente.

Dios nos ha confiado posesiones y habilidades para administrarlas con sabiduría y fidelidad por el bien de su reino, recordándonos que Él es el dueño de todo y que nosotros somos simplemente sus administradores (Salmo 24:1). En la parábola, cada siervo recibió conforme a su capacidad, lo cual muestra que Dios nunca nos da más de lo que podemos manejar. De la misma manera, cada creyente ha recibido talentos, es decir, habilidades o capacidades, que son dones de Dios para ser desarrollados y usados para los propósitos de su reino (1 Pedro 4:10). Un día tendremos que dar cuentas de lo que Dios nos ha confiado. Así como el señor en la parábola arregló cuentas con sus siervos, se espera que produzcamos y multipliquemos lo que se nos ha dado. Cada cristiano se presentará ante Jesús para dar cuentas, un evento conocido como el "tribunal de Cristo" (2 Corintios 5:10; 1 Corintios 3:12-15), donde seremos juzgados según nuestras obras. Lo que Dios recompensa no es la cantidad de nuestros resultados, sino nuestra fidelidad en hacer lo que Él nos ha llamado a hacer (1 Corintios 4:2).

  • No esperes más, comienza hoy mismo a multiplicar los talentos que Dios te ha dado. La fidelidad en lo poco abre puertas para más

Qué aprendemos:  Usa tus habilidades para Dios


Preguntas para discutir 

¿Cómo crees que la parábola de los talentos nos muestra el principio de la mayordomía en el reino de Dios?


¿Qué significa para ti que Dios nos recompense por nuestra fidelidad y no por la cantidad de lo que hacemos?

2. Deberíamos tener claras nuestras prioridades (vv. 24-30)

Una vez que el hombre negligente fue confrontado, echó la culpa a su amo, diciendo que pensaba que era un hombre severo y que temía perder lo que se le había confiado debido a su miedo, cuando en realidad era su propia negligencia.

Debemos mantener el reino de Dios en nuestra mente. El siervo que no multiplicó su talento solo se sirvió a sí mismo. Lo enterró, esperando que el amo nunca regresara, y nunca consideró invertirlo porque requeriría esfuerzo. No dejes que esto te suceda. Dedicas tiempo a tus prioridades personales, pero no al Reino. No vivas décadas como creyente en la tierra y no tengas nada eterno que mostrar por ello. Dios te ha dado tiempo, habilidades y recursos para Su gloria. No esperes que Dios use a otra persona para hacer lo que Él te ha llamado a hacer (Apocalipsis 3:11).

  • Reflexiona sobre cómo estás administrando los talentos, habilidades y recursos que Dios te ha confiado

  • Dios te ha dotado con habilidades para que las uses para Su gloria

Qué aprendemos: Podemos llegar más rápido solo, pero más lejos juntos. Trabajemos en unidad.


Preguntas para discutir
¿Cómo podemos evitar caer en la trampa de ser como el siervo que se sirve solo a sí mismo y no considera invertir sus talentos en el reino de Dios?

Llamado a la acción

Sabe que los talentos y habilidades que Dios te ha dado están destinados a ser usados para Su gloria. Usa todo lo que tienes para el avance de Su reino.

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